miércoles, diciembre 22, 2010

Sácame de quicio.


Déjame conocerte despacio, que no salga nunca de mi asombro,
bésame, dime que me calle, dame una de cal y una de arena,
hazme llorar, toca mi mejilla, lléname de calma,
vente conmigo, cierra mis ojos, atrévete a arriesgar,
esconde tu secreto, dame tu llave, dime que no,
descifra mis ojos, quítame la piel, mírame dormir,
disfrázate de mar, échame sal en las heridas, cúrame con tu olor,
ponme a prueba, pídeme que sea idiota, ríete de mi,
baila con mis pies, líbrate de mi, grítame verdades,
salta conmigo, suspira para mi, dedícame un minuto,
hazme perder la cordura, murmúrame canciones, respira mi piel,
descubre sin mí, dame una señal, hazme sufrir,
escucha los pájaros, crece silbando, disfruta del sol,
hazme caer, dibuja mis defectos, suelta mi mano,
escríbeme tu calor, cuida mi pecho, di mi nombre,
hazme dudar, escóndeme los zapatos, ponme la zancadilla, mírame en un espejo,
óyeme reír, sonríe a un transeúnte, canta junto a la ventana,
escucha mis manos, háblame lejos, hazme esperar,
camina con el mundo al revés, dime como es tu sueño, cuéntame tu dolor,
rasga mi voz, sonríeme a oscuras, desgarra mi silencio,
hazle burla al sol, vete con el viento, espíame al buscarte,
dame tu sed, háblame sobria, déjame secar en invierno, llámame niña, sé feliz.

jueves, noviembre 25, 2010

Tú y tus dientes afilados I

Un día más volvía a ese lugar tan familiar, mientras entraba por la puerta me recibiste con una sonrisa. Tengo el olor de esa casa clavado en mi piel. Mi habitación era la de invitados, a pesar de que ahí sólo hubiera máquinas de gimnasio, y un colchón en el suelo. Entre en la habitación pensando porque tenia que quedarme allí, porque mi padre no podía llevarme con él, porque simplemente, no me quedaba en mi casa. Pero ya sabia la respuesta, años después supe la respuesta.

Oí una voz muy lejana, pero en cambio estabas detrás mía.
- Vamos a cenar, que ya está la mesa preparada. Si te comes todo luego vemos una peli.

Me dijiste mientras clavabas tu mirada en mi, y dejabas entrever esos dientes afilados.
Llevabas puesto un pantalón de chandall gris, una camiseta de tirantes blanca que no se diferenciaba mucho de tu piel, y unas zapatillas de andar por casa, te habías rapado el pelo, parecías un chico malo, eras un chico malo.
Por supuesto, no llevabas calzoncillos, nunca los llevabas.

Y yo obedecí, cenamos en familia en esa cocina minúscula, llena de electrodomésticos que lo veían todo, en los que se reflejaba todo lo que ocurría allí. Una cocina limpia, de esas pequeñas que son rectas y luego hacen curva, una cocina donde te gustaba desnudarte y obligarme a mirar. Y siempre tus dientes afilados dejándose entrever.

Pusiste una de esas películas de acción que te gustan tanto, pusiste x-men.
Ella hizo palomitas para todos, mientras tu cogías tu sitio del sofá en forma de “L”, te tumbaste mientras yo me tumbe al revés de ti, ella se sentó en ese pequeño espacio que dejábamos de la “L”.
Estuvieses como estuvieses mantenías un pequeño contacto conmigo, utilizabas tu pie para llamarme en silencio, utilizabas tu pie para tocarme mientras ella estaba a un metro nuestro, sólo me hubiese echo falta gritar, pero sabías que no lo haría.

Sabías que no le gustaban esas películas, sabías que las veía por ti, y ella aguantaba viéndolas para acompañarte, sólo porque tú querías.
Hasta que decidió irse a acostar...
y yo desee en silencio con todas mis fuerzas que cambiase de opinión...
y yo desee con todas mis fuerzas que dijese que era muy tarde para que anduviese despierta y tenía que irme a dormir... no lo hizo.

Y allí estábamos tú y yo en ese salón, mientras tú me tocabas y me obligabas a tocarte, yo clavaba mis ojos en la pantalla queriendo no formar parte de nada, queriendo no estar allí, pensando en nada...
Mientras te tumbabas encima mía y yo cantaba en mi interior una canción de “Amistades Peligrosas”...
Mientras me preguntabas si me gustaba, y yo no sabia que responder...
Mientras hacías bromas sobre tu miembro y yo me reía sin querer reír, sólo por miedo.
Hasta que te cansabas, y volvías del baño con una mirada tan fría que a veces llegaba a hacerme sentir que había echo algo mal, siempre esa mirada, siempre esos dientes afilados.

Volví a personarme mentalmente en el momento en que entré en la habitación y pude tumbarme, sola, aturdida, confusa... hasta que caí dormida por mi cansancio mental de querer evadirme y sacarme de mi cuerpo mientras estuviese en ese lugar, en esa casa.
Hasta que algo me despertó, y noté una respiración en mi nuca, un cuerpo pesado tumbado boca abajo mientras yo le daba la espalda, y algo que se erizaba entre la tela de la ropa.
Y sólo pude decir
- Ah, eres tú.

domingo, noviembre 21, 2010

Rabia

Se acabó, me acechas cada noche en mis sueños, consigues descolocarme hasta en mis sueños, me has robado lo ultimo que me quedaba, asique ya no me haces falta.
Ya no tienen sentido las manillas del reloj, se pararon en el momento en que te besé, por eso no me hace falta llevarlo, porque siempre, siempre, apareces en mis sueños.

Me trastocas, me desbordas, me estremeces, me alteras, me follas, me desprecias, me abrazas, me hechizas, hablas de esa forma en la cual no sé si hablo contigo o conmigo misma, sonries, estrellas todo contra todo, te vuelves un torbellino, no sé cómo lo haces pero siempre decides tú lo que ocurre... tiene cojones, que sean míos, y decidas tú.

Ya no me hace falta tenerte, porque sin quererlo me tienes tú a mi en mi propio cuerpo, cada noche... siempre estás cada noche...

(Qué poco sentido tiene ya el infinito.)

Eres capaz de robarme mis sueños, y el sueño que los acompaña, en lo único en lo que me podía refugiar, vas, y te metes...
y ya no tengo sueño,
y ya no tengo sueños,
y ya no son míos...

Estoy cansada, y me da igual, si te vas, me da igual, aparecerás sin permiso en el único momento en que no soy consciente, me da igual, me doy igual.

Te rompería todas tus cosas a la cara para que te dieses cuenta que haberlas guardado tenía algún sentido, tenía algún significado, pero da igual, siempre puedo hacerlo en sueños.

Ya no me haces falta, y me duele tanto decirlo porque sé que no es cierto, es posible que llene mi habitación de pos-it repitiéndomelo - Ya no me haces falta – quizá algún día me lo crea.

Te quería firmar tu maldita sentencia de muerte conmigo, y termino diciendote que vives en mi... pues eso, nos vemos en sueños... cuando tu quieras, claro.

sábado, noviembre 20, 2010

Me encantaria

Me encantaria poder decirte que no pienso... que no pienso en ti, que no pienso cada noche lo que me has echo sentir(me), me encantaria poder decir que fuiste una más, o simplemente que fuiste, así, en pasado.
Me encantaria... de veras, pero me ha tocado tener un corazón encadenado a tu voz, encadenado a tu piel, a esa sonrisa inocente, al rastro de olor que dejas al pasar...
Lo siento si no quieres oir simplemente que eres algo mas que todo...
Siento decirte que no aspiro a nada contigo, pero que hasta eso me parece suficiente.
Siento recalcular, buscar mil maneras de hacer las cosas tantas veces que termino equivocandome a cada paso que doy y te llevo por delante, siempre te llevo por delante.
Y te miento, te miento cuando digo que todo esta bien, te miento cuando (me) digo que no te necesito, te miento tanto que me lo termino creyendo, que termina siendo mi verdad.
Te miento todas las veces en que intento salvarme de mi misma, salvarme de mi nostalgia, escondiendote en lo más profundo de mí de modo que no haya forma de sacarte, te abro un castillo en mi pecho para que estes a salvo, de modo que tambien me mantengas a salvo a mi...pero es que he descubierto demasiado tarde que un abrazo no salva a nadie, y en cambio, cubro mi fosa de esperanza dibujada, de necesidad destilada, y me tiro sal entre los pulmones para sentir bien claro que esto que me invade tiene algun sentido.

miércoles, noviembre 10, 2010

Yo sólo quiero...


No puedo, no puedo tragar y tragar y pasar como si nada, no puedo, me explota el pecho, pierdo la paciencia, las fuerzas, y todo lo que esta establecido que se debe tener para seguir dando pasos, aunque sean de ciego, no puedo mantener la calma cuando por dentro tiembla mi alma y mis lagrimas están al borde del precipicio, al borde de cumplir su propia gravedad...

Quieres un beso y tienes deseo en la garganta,
Quieres un verso a medianoche, por eso duermes de día, pero los búhos no quieren hacerte compañía,
Quieres acabar con este insomnio, pero no quieres pasar una noche más perdida en sueños,
Quieres que te palpiten las venas, pero en tu cuerpo tan sólo hay escarcha,
Quieres que la adrenalina te haga vibrar, pero tienes demasiado peso entre los pulmones,
Quieres pedir perdón por todo aquello que ya no tiene arreglo, pero hace tiempo que dejaste de creer en las palabras,
Quieres una mirada cómplice, y tan sólo la buscas en párpados cerrados,
Quieres un detalle al amanecer, pero hace tiempo que dejaste de tener en cuenta el sol,
Quieres llorar, pero todo aquello que llevas dentro no quiere salir de ti.

miércoles, noviembre 03, 2010

Visceral


Yo no jugaba con muñecas, nunca me gustaron, nunca me obligaron a jugar con ellas, jugaba con coches, con cromos, peonzas, y todas esas cosas que estaban prohibidas para las niñas, también jugaba a esconderme, a esconderse, jugaba a aquel juego que ni siquiera me habían enseñado las reglas, la única regla... el juego era un secreto.
Las barreras del silencio son enormes, sobre todo cuando te las enseñan desde pequeña.
La única regla... nadie lo sabia, nadie excepto él y yo, y así debía ser, y así fue durante muchos años.

Cuando tienes 7 años, y te dicen como debes actuar, que debes hacer, lo haces, y no te cuestionas porque.
Al cabo de unos años comprendí que no es normal que no puedas decidir que hacer y que no hacer, no puedas decidir quien te toca, y quién no, cuando quitarte la ropa, o cuando querer dormir, aunque a día de hoy siga sin poder decidirlo, porque no me enseñaron a decir no cuando de verdad, quiero decir no.
Aprendes, y te das cuenta, que los juegos no tienen porque ser secretos, que, sin saber porque, sabes que tienes que guardar silencio, mientras él decide si quiere saciarse, o prefiere saciarse de mi...
No puedo ponerle palabras concretas, simplemente, no soy capaz, después de 15 años, no soy capaz de decir “ Este tío abuso de mi durante 10 años, y es capaz de decir que miento” , pero lo que ni siquiera puedo decir son los echos en sí.
Siento una profunda vergüenza, una profunda culpabilidad, la cual nadie ha sido capaz de quitarme, lo más jodido en si, es que cuando empiezas a ser consciente de lo que está pasando, tu mente no es capaz de afrontarlo, y lo tapa, le pone una venda, lo llena de algodón, y ese malestar desaparece, aunque tú con él.

Todo termina saliendo, todo, los vasos si los llenas demasiado se desparraman,
y eso pasó, se desató un torrente en mi interior,
y ahora no sé como pararlo,
y ahora no me vale poner vendas y no ver,
y ahora no paran de salir sentimientos a flote que ni siquiera sabia que existieran,
y ahora... me doy cuenta de que este hijo de puta ha condicionado toda mi puta vida,
y en realidad, su puta vida porque siempre tuvo el control sobre mi...

No me negué a jugar, no se le debía llevar la contraria a los mayores, y menos a alguien de tu familia, ellos te cuidan, te quieren, y deben respetarte, aunque durante mucho tiempo él fue a su manera, el que me quiso y me cuidó.
Sólo sé que día a día, siento una profunda rabia de atentar contra cualquier hombre que se cruce en mi camino, y en cambio con él... bajaría la mirada, y volvería a hacer lo que él quisiera, porque no tuve voluntad, porque así me lo enseñó, y así lo siento.

Sólo quiero, que por una vez, seas honesto, pienses en la gente que está a tu alrededor, e intentes calmar tus ganas de follarte a toda niña que confía en ti. (O que obligas a confiar)
Sólo eso, sino tendré que matarte,
Y no volveré a tener miedo de si me sigues mientras camino,
y no me volverás a acechar a media noche,
y no tendré que tener asco a cualquier tipo de olor que me recuerde a ti,
te borraré de mi mente, y sólo serás alguien que no supo tenerla metida en los pantalones.

viernes, octubre 29, 2010

Desprecié


Desprecié el disfrutar el momento por darme cuenta demasiado rápido que todo tiene un final…Desprecié todas las palabras que te dije, aquellas que sonaron huecas cuando todo esto ya no merecía la pena…
Desprecié tu recuerdo por el hueco que causaste en mí, desprecié a todas mis amigas porque no eran como tú, porque no tenían ese brillo en la mirada…
Desprecié mil noches que pude pensar en ti, y me obligué a no hacerlo por no sentirte solamente en una fotografía, esa misma que al mirarla me encharcaba el alma.
Desprecié toda mi ropa porque tú ya no la mirabas, porque ya no tenía sentido tener un olor corporal…
Desprecié la confianza en mí puesta por no mirar mi sombra, por esconderme en un rincón para encontrarme a mi misma, y busqué en mis cuatro paredes alguna palabra que me calmase……

Por no darme cuenta que seguía viva, le quité el valor a las palabras para ahuyentar el dolor, me hice inmune al cariño por no querer soportar el adiós, desprecié las ganas de tenerte a mi lado, y empecé a valorar la soledad como un método de supervivencia…
Y aún así, habiendo perdido la cordura por una noche, no consigo calmar mi cuerpo cristalizado…

domingo, octubre 24, 2010

Disciplina

Me asomo al arroyo y en el balanceo de tu murmullo, nace de la burbuja tu mirada y esa pregunta que me enloquece. Tu latido, dentro.
Me asomo al filo del amanecer sin pensar en el peligro de estar aqui, contigo.
Esas lágrimas ensordecen cualquier pensamiento. Sientes el temor, dudas de la existencia, piensas que ni siquiera estoy. Nada es real, todo es vapor de este instante. Disfraces de agua, de risa, de multitud.
¿Acaso no son las sirenas las termitas de mis sueños? De dónde vendrá ese deseo, hambriento, de todo...
No es cuestión de cerrar los ojos. Es mejor cuando los tienes abiertos, ves la realidad más cómo te la hacen ver. Pero con un poco de imaginación, puedes pintar un nuevo cuadro, con todos sus colores y matices, sombreados allí donde el sol cae de la tarde y mucha luz en las mañanas donde el mar canta para ti, con su rumor a la estrella que en breve nacerá.
Los amaneceres serán diferentes.
El agua podría volverse más clara. Sentirla pura y llena de vida.
Todo es cuestión de visión.
Ya se cómo mirar adelante aunque me equivoque en cada palabra, en cada pensamiento. No importa porque nadie escucha estas palabras, nadie entiende este comienzo y este final.
Deambulas tranquila, ciega por las preguntas sin respuestas y todas aquellas tantas cosas que no tuve el valor. Y seguiré adelante, con o sin esos vaivenes, resistiendo con todas las lágrimas que se atragantan cuando a punto está de desbordarse. Respiro, porque necesito vivir.
No soy Van Gogh para pintar la noche estrellada con espirales por estrellas, sólo visiono la realidad que me ha tocado vivir y que dia a dia construyo con mi locura.
Sóla quedará la poesía cuando sea abandonada por el amor. Lejos quedará la humanidad cuando se marche la ilusión.

Siento frío, y no me pidas que abrace el silencio
quedarán las brasas de un fuego.
Siento frío, porque se desvanece el calor de tus manos,
no me pidas que me entregue al vacío.
Y tengo frío, cuando dejas tan sólo tu sombra
y eres algo que nunca serás.
Habrá tristeza, lejanía, nostalgia y demás naufragios,
al otro lado del mar.
Tanto frío... Cubriré de arena tu ausencia,de chocolate y amigos,
más quedará el compartir sin rumbo,
tan de nadie, tan sin ti, sin sentido.
¿Cómo haré sin quererte? Siento frío.
Tendré que borrarte las huellas, construirte un recuerdo,
abrigarme de otras.
Tendré que aferrarme a la brisa que aún no viví.
Creer que mañana es un mundo habitable,
buscar horizontes, pensarte feliz.
Bastará con saber que te quise, quedará que decida la vida,
que otro viento me cure este invierno, que me presten las alas de vuelo.
Tal vez todo esto no tenga ningún sentido, o tal vez lo tenga, o tal vez...


...Quiero que todo lo tuyo, lo mio, lo nuestro, no vuelva a a ser algo incomodo.

lunes, octubre 18, 2010

10 razones para odiarte...

Por saberme hacer perder los estribos cada vez que sonríes.
Por despreciar todas mis ideas alocadas.
Por no dejarme intimar con mi nostalgia.
Por reducirme a un corazón.
Por hacerme saber que estoy dispuesta a darte todo a cambio de nada.
Por temer un suspiro de tu boca.
Por aprender a entender los silencios, y perderme en las miradas.
Por intentar sorprenderte en cada instante.
Porque en un minuto eres capaz de hacer que mis pies dejen de estar en la tierra.
Por querer poner 1000 razones más...
...Porque te prometí las estrellas, y ahora sólo quiero una razón para querer olvidarme de ti.


No sé si la distancia consigue cosas que la cercanía no consigue ni tan siquiera rozar. Pero pensaría que estoy loca de amor, si no fuera porque pienso que enloquecer de amor es una tontería.

sábado, octubre 16, 2010

Olvídame.




Apenas hablaba, y cuando lo hacía sus palabras eran tan hirientes que la gente añoraba su silencio.
¿Sueños a silencio? ...Lamento desilusionarte, cualquier niño grita más.

jueves, octubre 14, 2010

Mañana


Tengo una enorme resaca de los días que en mis sueños apareces, de los besos que te di, o dejé de darte, los que se quedaron a punto de ser besados, y de los que ni siquiera nacieron.
No necesito echarte de menos para saber que te quiero de más, no tengo prisa por saber cuanto tiempo me queda, aunque bien es sabido que no se debe decir adiós a quién no te espera.
Hoy no quiero saber si estarás mañana, no quiero saber el final, porque si no el camino pierde el sentido, se pierde lo especial, se hace aburrido, y estar a la espera de que esto finalice en un plazo determinado es algo muy frustrante.
El estar llena de desesperación, no es una opción, aunque mi opción me llevase a este destino.
¿Por qué tienes prisa por vivir, si luego querrás tiempo para no morir?

sábado, septiembre 18, 2010

No tenías porqué saberlo.

No tenías porqué, no había ningún indicio.
No tenías porqué saber que yo temblaba al coger tu llamada, al escucharte susurrar, al reír con libertad, da igual lo que hicieras, gritases, llorases, callases…temblaba.
No tenías porqué saber que cuando esperaba una respuesta mi estómago no quería comer, no quería nada más que tus palabras.
No tenías porqué saber que el nudo en el estómago me ha encogido el corazón y me he pasado todo el verano tiritando de frío.
No tenías porqué saber que este aire no es suficiente, que no oxigena sino traspasa tu cuerpo.
Y sobre todo, no debías saber que no dormía porque mi almohada no olía a ti…
Que el amor tiene los mismos síntomas que la gripe; aumenta la temperatura corporal al sentirte, se dilatan las pupilas al mirarte, se esta ensimismada al pensarte, aumentan las pulsaciones al tocarte… La diferencia es que puedes morir de amor, la diferencia es que te cronifiqué y no tengo ni una sola pastilla para sacarte de mi… no, eso tampoco tenías que saberlo.

sábado, septiembre 11, 2010

Olor




La reacción lógica a todo mural en medio de nuestro camino sería esquivarlo,
pararse a mirar como tirarlo, pero no disfrutar con cada masoca sacudida.
Sacudidas desde dentro, incontrolables,
sacudidas sin aire, sin respiro…
Sacudidas al fin y al cabo con un aliento encantador, con un aroma ensordecedor…
Ensordecedor cuando se colapsan mis neuronas, mis sentidos, y sólo puedo olerte;
y es cuando sólo toco olor, sólo veo olor, sólo es agridulce el olor, y sólo puedo escuchar olor…
Sólo siento tu olor, en cada recodo que esquivo, persona que se cruza sin mirarme, paisaje que veo desde mi tren, canción que suena todas las mañanas…
En cada maldito resquicio de nitidez que me queda, y sólo puedo dejarme llevar en este rio a contracorriente, mientras quiero parar estas ganas de romper mi barca y dejar que todo me inunde de ti…
Y sólo quiero que mi olor sea más necesario que el tuyo…
Y solo quiero encontrarme sin tener que encontrarte a ti antes…
Y sólo quiero que por una vez, pueda contar conmigo, antes que contigo…

martes, septiembre 07, 2010

Marta


Hoy me apetece recordar algo que en realidad nunca olvido, me apetece recordartelo, que vuelvas a mirarte, y vuelvas a encontrarte donde una vez te perdiste.
Lo sabes todo.



Niña de ojos tristes, porqué buscas en la gente tu vida, porque te tiras al vacio sin una cuerda que te ayude a subir, porque miras a la gente a los ojos dandoles tu vida...
Si en esos ojos encuentras la seguridad que necesitas, la calma que añoras, la esperanza que buscas...
Si sólo estás buscando tapar tus heridas, mimar tu soledad, encontrar a alguien con quién quitarte las vendas...
Si pretendes salvar tu miedo sin pensar en las consecuencias, si sólo quieres vivir en otro mundo...
Porque estás tan preocupada de cuidar tu ropa para que otros vean en ella tu personalidad... El alma tambien se rasga...
Porque nunca has aceptado que a la gente con los años le salgan arrugas, unas arrugas con hipoteca...
Porque sigues teniendo la cara de niña que tenías antes, solo que con ojos tristes, tristes y burlones...
Porque a base de conocer mil bocas has descubierto que ninguna es como la que se besa por amor, y digo por amor, y no por compasión, atracción, cariño, rencor, o pena.
Porque eres capaz de soltar lagrimas de acero con tal de conseguir lo que quieres...
Porque nunca he visto a nadie que haya conseguido tantas cosas en tan poco tiempo, que sea capaz de pensar con calma y sacar una conclusión de un monton de pensamientos...
Porque siempre que he necesitado que me soltases verdades como puños lo has hecho con cuidado...
Porque nunca me miraste por encima del hombro...
Porque has llorado conmigo sólamente para que no me sintiera sola...
Porque no crees que esta vida sea del todo así, porque te niegas a creer que los vagabundos tienen que estar en la calle, los pobre sin dinero, y los tristes solitarios...
Porque has intentado tantas veces llenar tu interior con palabras de otra gente que ya no crees en esas palabras... porque no eres capaz de comprender que el mundo puede con la gente...
Porque crees que el mar esta lleno de acelgas... porque aún crees que un avión de papel te puede llevar lejos...
Porque aunque no te guste este mundo sólo tienes que mirar a tu lado, y guardarme un sitio con unas palomitas, para ir viendo donde está nuestro camino...

sábado, septiembre 04, 2010

Racionalización emocional



Materializo sentimientos. Arrastro mi cuerpo hasta días de antaño, procurando contarte, aquello que tan solo balbuceo cuando estás a mí lado.

Me da miedo perder. Te necesito, y no imaginé cuanto, hasta ahora, que pendo de un hilo en tu corazón, intentando con todas mis fuerzas no caer en el olvido.

Tengo celos de ella, de que estés tan bien sin mí, de que no me añores. De que yo no haya sabido cuidarte, de que no lo haya querido hacer. De que me haya escondido tras esta barrera que tengo como coraza, para poner como excusa que lo intenté a mi manera. Refugiándome de nuevo tras esos silencios que incomodan, cuando quiero susurrarte al oído que es lo que me preocupa y valor y vergüenza me juegan una mala pasada.

Nunca fuimos del todo sinceras, siempre hablábamos callando lo que más necesitábamos oír, temiendo que no fueran las palabras adecuadas. Preocupándonos quizá, por si cambiaria la situación tras haber eliminado cualquier tipo de coraza que nos separaba.

Y ahora, me pregunto :
¿Qué es lo que queda de todo aquello?
¿Qué queda de mí?

Siento no haber sido capaz de comprenderte, cuando se trata del corazón, inconscientemente, retiro el alma sobre mis pasos...

miércoles, septiembre 01, 2010

Tan sin ti.


Aunque debiera de evitarlo no quiero dejar de hacerlo, te quiero y de tanto que lo he hecho he terminado desalojando mi alma para que entrases a tus anchas...
Pienso mucho en ti, con rabia y amor, con verdaderas ganas de dormir y no soñarte, pienso en ti mientras quiero planear como olvidarte, he pensado en ti de arriba para abajo y hacia todos lados, con ideas suicidas y con un profundo miedo de que se cumplan mis deseos y muera, con ganas de matarte aunque no pueda y con muchas mas de abrazarte hasta que te calles y dejes de hacerme daño,y me reconforto con quererte, con sentirme capaz, con sentirme llena de este amor tan tuyo, tan mío, tan de nadie.

sábado, agosto 28, 2010

.

En el dia de hoy pase hace años una de las mejores noches de mi vida, de las más representativas, de la cual no puedo olvidarme, no podría nunca. Como de la del 17 de abril, de la cual tu has olvidado todo y a mi me queda hasta el más mínimo detalle, el problema es que no llegas a entender que incluso después de años, seguiré acordándome de esos detalles... seguiré acordándome de muchos detalles que solo duran segundos y se meten en la piel hasta tatuarla de cicatrices y pueden hacer que el tiempo se pare, y cuando no quieras corra, sobre todo corra mucho.

Creo que no llegas a entender lo que provocas en mi en cada mínima reacción, me recuerda mucho a aquello que se dice sobre que el aleteo de una mariposa puede provocar un huracán al otro lado del mundo, creo que no llegas a darte cuenta del conflicto que se crea al hablar sobre tus intereses, y no darte cuenta que yo también los quiero. Quiero los tuyos... te quiero a ti.

sábado, agosto 07, 2010


He vuelto a entornar los ojos para no ver tus lágrimas deslizándose sin piedad por tus mejillas. Sé que no es posible, pero las oigo caer y aplastarse contra el suelo con un ruido que suena como un mudo reproche en mi cabeza…

Me hubiese gustado ser una gran persona, de esas que tienen un don, esa clase de personas capaces de arrancar lágrimas a las mujeres de hielo con mi poesía, o de incendiar las almas de piedra con mis palabras revolucionarias.

En algún momento todos hemos querido romper los muros que nos impiden ver el camino; elevar nuestra voz por encima de puta la falsedad. Empezamos queriendo cambiar el mundo, y terminamos luchando porque no sea el mundo el que nos cambie. Poniendo nuestros ideales a los pies de los caballos atados de pies y manos. Renunciando a nuestros sueños a cambio de la falsa seguridad de fichar a las nueve de la mañana, y encontrar dinero a fin de mes.

Todos, y cuando digo todos quiero decir eso, todos, en algún momento hemos encontrado un cruce de caminos; a un lado el camino ancho, asfaltado, con carteles cada pocos metros deseándote feliz viaje; el camino fácil, el transitado, cosificado y conocido. Al otro, ni tan siquiera un camino; una vereda sin asfaltar, estrecha, sin guías ni señales. Tú decides, son nuestros actos, nuestras palabras y mentiras las que nos van definiendo con fría precisión. Somos un constante proyecto inacabado. Un puto signo de interrogación esperando en el arcén, un autobús llamado futuro.

Todos en algún momento hemos podido ser héroes, profetas, músicos, cobardes, artistas del alambre o cualquier otra cosa. Llevamos la madera para serlo en nuestros corazones. La mayoría hemos preferido ser eso, funcionarios, trabajadores anónimos: Tomás el carnicero; Luis, el del videoclub… Y no Lord Byron, Alejandro Magno, Gandhi, Capa o, incluso Hitler…

Por eso mismo, porque estamos renunciando el sueño….

Estamos renunciando al sueño

viernes, julio 30, 2010

Patrones conductuales

Los patrones se crean con el tiempo, con las experiencias y las consecuencias, mi patrón conductual es pensarte al despertar aunque ni siquiera haya salido el sol y no tenga sentido, es racionalizarte aunque no tenga porqué, es justificarte, es creer en el destino, es tu destino, y en que el mío no se vuelva a cruzar contigo, es haberle buscado (y buscarle) explicación a todo lo que un día hiciste, es pensarte ambivalente.
Eres tú y tus dientes afilados…

miércoles, julio 21, 2010

Pasado aturdido


Es complicado. He decidido escribir un poco en serio, que al fin y al cabo es lo mismo que hablar conmigo misma, y sacarme de encima esta presión que me ahoga. Aunque sea un poco.
¿Total, a quién le importa? Pero llevo, o llevaba, deprimida ya alguna temporada. Y aunque no le importe a nadie, aunque nadie pueda siquiera asomarse a comprenderlo, necesito divagar. Y es que su fantasma, el de ella, me ha estado rondando desde antes de Navidad, y se me aferró aún más fuerte en ésta.

¿Por qué de repente me acuerdo tanto de ella? Como si no hubiera habido otras amigas, otras vivencias, otras catástrofes que recordar. ¿Por qué no antes? Quizá es que últimamente, en estos días, me habré preguntado por ella más a menudo, o que he debido recordarla más. Quizá por hablar de ella, liberándola de la prisión que yo misma le había preparado.

El abandono no era un concepto nuevo para ninguna de las dos. Nos hicimos amigas en la desesperación, y nos aferramos con más fuerza de la que hubiéramos podido imaginar debido a ésta. Desterrada de mi antiguo mundo, ella fue la única amiga que pude tener. Perseguir tu mala estrella en compañía es mejor que hacerlo solo. Y no me refiero a que sea un consuelo de tontos, a que siempre cabría decir “pero ella está peor que yo”; sino a que hacerlo cada una por nuestra cuenta hubiera sido duro, mil veces más duro. Apoyando mi espalda contra la suya, las dos nos manteníamos en pie.

He intentado no pensar en ella desde entonces. He procurado encerrarla en lo más profundo de mi cabeza, bajo capas y capas de otros pensamientos, de otras tristezas. Su carita gris, sus ojitos tristes, sus frases histéricas gritándome que porque siempre me iba sin más, sus frases desesperadas porque no me fuera. Que no la abandonara a su suerte en aquel agujero en que estábamos prisioneras, quise escapar… pero ella no.

Yo la serví de cuenco y gracias a mí, se vació entera, retazo a retazo, mostrando frases que crearon una historia aterradora. Yo sentía su dolor, y cada palabra suya se me abría paso como una aguja de fuego en las entrañas. Saber duele. El dolor ajeno duele. Y aunque no tenía derecho a contarme todo aquello, a llenarme de hiel el alma ya hecha pulpa, nunca me atreví a callarla. Por eso de algún modo ella vive con su historia todavía. Ella nunca me dejará de doler, todas aquellas frases memorizadas a la fuerza como si supiera que algún día yo no estaría con ella para que me las repitiera, como si supiera que no podría contárselo nunca a nadie más.

Ahora si falta ella, y falta alguien que pudiera comprender todas esas cosas que sólo ella comprendía. Después de todo, lo vivimos juntas. Esa huida suicida hacia delante en la que corrimos hasta abrazar nuestros miedos, hasta besarlos, hasta follar con ellos. Ya no quedaba nada que nos cuidara, ni nosotras mismas, sólo ese dolor intenso en las entrañas, ese enredarnos con cualquier otro cuerpo, ese sudor frío que se mezclaba con el de cualquier desconocido. Por necesidad ella, por desesperación yo. Desgastándonos por dentro y terminando de hacernos añicos nosotras mismas el corazón, para que ningún otro pudiera hacerlo más adelante.

Olvidarlo todo, hacer como si ella no hubiera existido nunca. Sus hermosos ojos tristes; aquella chica que pudo ser tanto y a la que la vida se le torció mucho antes de dejar de lado sus juguetes. Me pegué a su vida invisible.
“Porque siempre, en el fondo, late una cuestión de poder. Quien tiene poder habla, a quien tiene poder se le ve, quien no lo tiene se vuelve invisible.”
Y ella fue la más invisible de todos, la menos poderosa, aquella a la que había que mirar dos veces para saber si estaba o no.

A nadie más le importaba, para nadie más existía. Ella lo sabía, a veces lo murmuraba con un susurro de mariposa, sin querer escucharse; y yo sabía que tenía razón. Un padre meloso que se metía en su cama, que la pervirtió de mil maneras antes de que ella tuviera conciencia y fuerzas para resistirse. Y sobre todo la presencia constante de la madre, que no quiso ver, que la volvieron loca y por las que siempre acusó a su hija y nunca al verdadero monstruo. Unos celos desquiciados que la hicieron ver involucraciones, de quién las huía.
Y ella se largó una noche sin avisar a nadie, huyendo hacia esta noche de Madrid que le recordaba, con sus mil lucecitas, que había gente que vivía con su familia, más o menos feliz, en casas calientes. Gente que tenía amor, que tenía perro, que tenía una familia en la que refugiarse si lo deseaba. Gente que tenía unos derechos que a ella se le habían visto siempre negados.

Debió ser indoloro. ¿Qué estaría haciendo en este momento, en quién estaría pensando? Se fue del mundo sin que nada en este se moviera, sin que nadie se percatara. Nadie siente la desaparición de una criatura invisible, no porque no importe sino porque nadie se da cuenta. Salvo yo, que recorrí durante ese año aquel camino de vergüenza junto a ella.

Quizá se lo esperaba y quizá no. Quizá sintió una presencia un segundo antes, quizá sonrió pensando en lo bueno que sería partir. Pero un segundo antes ella todavía estaba. Su invisibilidad, su sonrisa rota, su tabaco siempre a mano, billete de metro y música para aturdirse de si misma. En alguna parte, unos amantes se devoraban, una madre leía un cuento a su hijo, una gata triste lloraba contra su almohada.
Un segundo después, ella volaba lejos.

A veces me pregunto que habrá sido de sus restos. Tal vez, si lo supiera debería ir a verla y llorarle sal encima, como hicimos aquella noche en que desesperadas nos besamos, y abrazamos, y volvimos a besar, escupiendo a un mundo que no nos necesitaba. Tal vez debiera ponerme frente a ella y rogarle que me perdone, porque no tuve otra opción que irme.
Pero me engaño… Es imposible averiguarlo, y mil veces menos posible ahora. Y aunque pudiera, aunque existiera una mínima posibilidad, dudo de que fuera capaz de acumular valor suficiente para enfrentarme a ella.

¿Acaso no son bastante tributo estas ojeras, este no saber que hacer conmigo por las noches, estas lágrimas que parece que nunca acabarán de salir del todo?
Y ya no están. Ni las sonrisas de medio lado, ni el sudor frío, ni los crueles desconocidos, ni su silueta menuda sosteniendo una copa con gracia. Las cosas han cambiado, y todo eso que vivimos sólo puede existir en el mundo invisible de mi memoria, ese mundo invisible del que ella no podría salir nunca más.

Hay personas que nacen condenadas, y yo no puedo cometer la traición última de permitir que se pierda para siempre en el olvido, ya completa y permanentemente invisible, su última transparencia estallando como una pompa de jabón que no deja rastros ni huellas. Y por eso, soy la única que puede y que debe recordarla tal y como ella es de verdad.

domingo, julio 18, 2010

Ni tanto, ni tan poco...



Yo, buscándote en rostros diferentes; tú, no viéndome en ninguno.

Vas y vienes, unos días llevas esa gran sonrisa de la que me haces cómplice, otros días esa sonrisa despierta en otras bocas.
No lo sé... eres extraordinariamente adictiva, soy extraordinariamente adicta…
No lo sé... no sé qué impulso me lleva a ti, y hace que actúe sin pensar... ya sé, ya sé, sé que es el camino equivocado...
Lo sé, lo sé, sé que todo se crea con tiempo, sé que no debería correr, sé que no debería pensar en el postre antes de comer…
Está bien, bajaré mi cabeza, controlaré mis impulsos, volveré a coger el camino por donde vine, y tú no tendrás que ver como todo esto se va por la borda.

miércoles, julio 14, 2010

Párpados cerrados

La noche enfermaba lentamente, la niebla tosía las calles y en la penumbra el frio congelaba el norte que tantas veces había seguido…y el silencio infectado expulsó...

Tengo el alma encharcada, me he bebido todas tus palabras una a una y ahora la sensación de adiós me anuda el estómago… bebí demasiado de ti y ahora esta resaca de recuerdos me golpea, se para en mi cabeza como me separa de ti el tiempo...
Me siento inútil, indefensa ante un sentimiento que fatiga mi corazón, mi voz le hace sombra a tu sombra, mis manos no dejan de golpear la almohada que tantas veces te soñó, mi piel se arruga porque la tuya ya no le da oxigeno, me provocas deshidratación, el móvil no suena y mis lagrimas hacen demasiado ruido para escuchar la esperanza.
Los ojos que antes me llenaban ahora se cubren de moho, y que no me diga nadie que el tiempo lo lava todo porque yo solo quiero la limpieza de tus ojos… mi habitación no duerme mientras, yo amanezco con el deseo de que el sol pellizque esta realidad y la luna me dé las buenas noches como siempre lo hacia… y es lo que el silencio le cuenta al reloj mientras se hacía el dormido...

martes, julio 13, 2010

¿Qué argumentos darías en el día de hoy a la muerte para pedir una prórroga de tu vida?

Necesito saber cual es mi límite, hasta donde puedo llegar o dejar de hacerlo.
Necesito conocer a que sabe una sonrisa, definirla en sabor, en aroma, en cualidad y en amplitud.
Necesito saber si puedo llegar a la raíz de un pensamiento, sentimiento o emoción sin adentrarme demasiado, sin involucrarme.
Necesito sentirme respaldada, y ser sin estar respaldada, saberme capaz de ser, sin más.
Necesito necesitarme, sentirme racional, sentirme emotiva, y aun así sentirme, necesitar las dos partes de mí, tratarlas como mías y no como variantes.
Necesito más tiempo, porque el tiempo es espacio, y eso incluye viaje, trayecto, destino… desde no sé donde, y a quién sabe qué.
Tiempo, también contado, con fecha de caducidad y en partitura, memorizado en incapaz de dejar de cantarlo una y mil veces.
Tiempo y aire, aire y sonido, o sonido y espacio, con espacio mi tiempo es infinito, y con tiempo mi sonido acompasado.
Si mi argumento para vivir tuviera palabra, la palabra también se perdería en tiempo, espacio, y sonido cuando se pronunciase… palabra es compromiso, enlace, rabia, unión, ira, tacto, responsabilidad, y también culpa…

sábado, julio 10, 2010

Asistolia

A veces no es solo falta de cariño, a veces necesito mejor, y no más. A veces no me soy suficiente, a veces necesito que me cojas y me lleves de un lado a otro, del dolor a la cólera, de la rabia a no sentirme, a la alegría de no caerme, a veces esa visibilidad en el camino se ve reducida, a veces no tengo palabras, estoy confusa, necesito perder los estribos, a veces me pueden los recuerdos, mi pasado, a veces quiero estar sola para no necesitarte, para no tener que perderte, a veces tengo miedo de sufrir,y por eso quiero sufrir, para no tener más miedo, a veces soy un circulo vicioso de deseos arriesgados, peligrosos e inútiles.
A veces me siento cohibida a que me conozcas, a veces me simplifico, a veces sólo brillan mis ojos y no lo de dentro, a veces me escondo en una voz que no es la mía, pero que habla por mi, a veces elijo y me dejo llevar, me llevas, a veces opto por no elegir, incluso a veces elijo sin darme cuenta.
A veces grito tensando mi cuerpo sin que nadie oiga nada, rodeada de gente, a veces solo que necesito no necesitarte.
Corro por sentirme fuerte, dueña de algo, al menos de cuando quiero jugarme la vida, y no me da miedo por sufrir, porque no sufro, elijo formar parte de mi vida, disfruto de ser responsable de que hacer con mi vida.¿Eso es ser responsable o irresponsable?
Has disfrutado alguna vez siendo una solitaria, incomprendida, desquiciada, te has querido fugar solo por sentirte libre?has resistido la magnifica tentación de saltar desde un 5º piso sabiendo que la caída sería dulce?
Sientes placer al sentir dolor... el sentir algo más fuerte que el día a día?
Sabes reconocer la desesperación en un gesto de tu propia cara?