Necesito saber cual es mi límite, hasta donde puedo llegar o dejar de hacerlo.
Necesito conocer a que sabe una sonrisa, definirla en sabor, en aroma, en cualidad y en amplitud.
Necesito saber si puedo llegar a la raíz de un pensamiento, sentimiento o emoción sin adentrarme demasiado, sin involucrarme.
Necesito sentirme respaldada, y ser sin estar respaldada, saberme capaz de ser, sin más.
Necesito necesitarme, sentirme racional, sentirme emotiva, y aun así sentirme, necesitar las dos partes de mí, tratarlas como mías y no como variantes.
Necesito más tiempo, porque el tiempo es espacio, y eso incluye viaje, trayecto, destino… desde no sé donde, y a quién sabe qué.
Tiempo, también contado, con fecha de caducidad y en partitura, memorizado en incapaz de dejar de cantarlo una y mil veces.
Tiempo y aire, aire y sonido, o sonido y espacio, con espacio mi tiempo es infinito, y con tiempo mi sonido acompasado.
Si mi argumento para vivir tuviera palabra, la palabra también se perdería en tiempo, espacio, y sonido cuando se pronunciase… palabra es compromiso, enlace, rabia, unión, ira, tacto, responsabilidad, y también culpa…
1 comentario:
Interesante reflexión,necesitas saber tú límite y si un día descubres que no lo tienes? te sigo..
bonito pies.. preséntalos a concurso manos pata..
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