La tempestad es un problema, es la solución a mi calma, es la solución a mi batalla interior, un problema y una solución, es una via de escape, es el espacio de uno mismo. Es como una resaca, te repites una y otra vez que no volverás a caer en esa espiral, y esa resaca es el conocido mono. Lo más odiado y lo más querido. Porque cuando sólo se quiere cariño se expresa muy diferente a lo que se pide, porque la cura es un modo de malestar, porque a veces es peor el remedio que la enfermedad, porque quien es un incomprendido y se siente especial por ello ha buscado serlo toda su vida. Porque cuando te sientes incomparable y eres corriente todo se ve desde otro punto de vista. Todo esto sólo es miedo, necesidad, dudas, indecisión.
Necesidad de ser diferente y ser normal,de entenderte y saber que escondes un enigma que ni tú misma sabes, de ser igual, de ser otra. Miedo a no quererte, a no darte lo que creo que siento, a quedarme sola, a echarte de menos, a quererte por encima de mis posibilidades, a equivocarme. Dudas de ser, pensar que soy, actuar como creo, querer sentirme muerta, necesitar sentirme viva. Indecisión sobre si siento dolor, sólo se que nunca me había sentido así.