
Sabes que desde hace casi un mes las cosas no van muy bien. Ella me trajo estabilidad en cierto modo, y tan rápido como vino se fue. Es una soledad que se apodera de mis huesos, y peor aún, de mi cabeza.
Sé que está ahí, sé que se desvive para no verme sufrir. Sé que se hace daño a sí misma para no hacermelo a mí. Sé que llora a escondidas, sé que le hago sentir incapaz de valerme como ayuda...
Un día te dije que era complicado estar a mi lado. Que las cosas de pronto se tuercen, que si levanto el vuelo rápido, igual de rápido caeré. Que lo mismo voy, que vengo. Pero nada avanza rápido..., todo es demasiado lento.
Quisiera haber sabido reaccionar... Quisiera tener unas ilusiones cuando me hablas de tu mañana. Quisiera alegrarme por ti. Quisiera tener tus sueños, o simplemente sueños... Quisiera ser menos orgullosa a la hora de pedir un abrazo... Quisiera no tener que fingir, quisiera que tú no sufrieras por mi...
Sé que me distancio de ti. Que me siento mal y en vez de llamarte apago el móvil, que no te pido ayuda, y peor aún, que no la acepto si me la quieres prestar... Sé que te preguntas qué más puedes hacer. Y no tengo respuestas...Y tampoco sé si quiero saberlas.
Eres la única persona que me demuestra tanto. Tanto bueno como malo. Porque no necesito palabras de ánimo, necesito un abrazo obligado, necesito llorar a pleno pulmón un instante. Necesito deshacer éste nudo que me asfixia en la garganta. Necesito dormir bien por las noches, no pensar..., que para mí es suficiente.
Espero que tú duermas sin problemas. Espero que no los tengas...