Y volvimos a sentir mariposas en el estómago.
Basto la distancia, un libro un poco de vista de pájaro para darnos cuenta de que era lo que sucedía…
También he de decir que influyó tu distante y yo deseando besarte desde aquel mismo instante en que bajaste del autobús. Jugué en el buen sentido, coquetear lo llaman los mortales, acaricie tu pelo, recurrí a tus puntos débiles y te abrace como si fuese la última vez que fuese a verte y te bese como aquel día, ese 17 de Octubre al sol en un parque antes de irnos a comer al chino.
Ahora aquí plantada delante del ordenador no sé qué decir, como expresar todo lo que allí sucedió o no una escena tan lejana sino el jueves mismamente. Y son en estos momentos donde echo de menos no haber captado una imagen, un video para ver mirada y tu sonrisa, pero por ahora me conformo con cerrar los ojos y sentirte como si estuvieras aquí.
Planeo que sucederá o al menos como quiero que se desarrolle ese 26, son demasiados días sin dormir contigo y ya no sé si dormir contigo sobre ti que es lo que más me gusta o pasarme la noche en vela mirándote, acariciándote y sintiéndote mía.
Y mientras yo me vuelvo más tonta por momentos y cuento las horas para volver a verte recurro a tu preciosa voz…
3 comentarios:
Lo que has escrito, lo hubiese podido yo también escribir hace 4 años cuando creo que me sentía inocente y creía también ciegamente en el amor como una forma de vida.
4 años más tarde, la sigo queriendo pero ya me es más incómodo quedarme dormida encima de ella...
Pero leer lo que has escrito me ha hecho remover sentimientos, gracias.
*-*
Me das motivos para creer
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